Donde antes había un residuo alimentario, hoy podemos encontrar un tesoro nutricional con base a las investigaciones científicas. Tal es el caso de las cáscaras de ajo y de cebolla, que tienen compuestos que pueden ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre.
La nutricionista Sonia Peverelli comparte en sus redes sociales que las cáscaras de ajo y cebolla contienen quercetina y fenilpropanoides, dos compuestos con propiedades para reducir los niveles de azúcar en sangre y aliviar el estrés oxidativo celular.
Aunque muchas veces cuando utilizamos los ajos y la cebolla, retiramos la piel y utilizamos el fruto, sobre todo para condimentar comidas, agregar las ensaladas y más; las cáscaras contienen nutrientes y vitaminas, así como compuestos antioxidantes efectivos para mejorar al