Milagrosamente, César se recupera de sus heridas, y cuando Amanda haya algo de paz dentro de sí misma, decide ir a visitarle. Estrella reconoce a Octavio y le llama asesino, Laura le confiesa que los Oramas son los culpables de todo lo mal que le ha pasado al mexicano... Todo hace pensar a Amanda, y sus investigaciones dan sus frutos.
La joven Oramas ha descubierto que César no se apellida realmente Bravo. Sabe que es hijo de Roberto Hurtado, el hombre que murió en extrañas circunstancias y que fue arrojado por un acantilado.
“Ya sé quién eres”, le dice Amanda, tras tanto misterio que el mexicano se preocupaba por mantener alrededor de él. Por ello, le pide que no vuelva a marearle, y que le confiese toda la verdad. ¿Confiará César en Amanda para contarle toda su historia?