El conocido mirador de la Presa Álvaro Obregón, donde cada fin de semana se reúnen decenas de personas para disfrutar del paisaje, muestra un serio deterioro, especialmente en su barda.
Durante un recorrido por el lugar se pudo observar que al menos dos secciones grandes de la barda están completamente destruidas. Las piedras que la formaban están esparcidas por el suelo, lo que representa un peligro para quienes visitan el sitio.
Además, la falta de barda en esos tramos permite que algunas personas crucen hacia el otro lado, lo que podría terminar en un accidente. La pendiente del cerro está cubierta de maleza, escombros y, tristemente, también de botellas de cerveza de vidrio rotas.
Antes era común ver a la gente subir a la barda para tomarse fotos o simplemente admirar la vista. Ahor