"Es raro jugar contra los Broncos, pero es un honor" , confesó el jugador, quien creció en Fort Morgan, a poco más de una hora de la sede del equipo.

La conexión entre McBride y Kyler Murray fue imposible de ignorar. Con una defensiva de Denver mermada por lesiones, el dúo aprovechó cada espacio. "Hoy todo fluyó" , admitió el receptor, mientras ajustaba su casco bajo el sol colorado. En las gradas, Joel Dreessen , exjugador de los Broncos y también originario de Fort Morgan, asentía con aprobación. No era el único: Calais Campbell , veterano defensivo de Arizona y fanático confeso de los Broncos desde la infancia, recibió abrazos de antiguos conocidos.

Bo Nix , quarterback novato de Denver, brilló con pases precisos a Sutton y Vele.

La ausencia de Bonitto y Greenlaw dejó hueco

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