Este viernes, en Anchorage , Alaska , Donald Trump y Vladimir Putin volverán a verse las caras. Será la primera vez que lo hagan desde que Trump regresó a la Casa Blanca y, para muchos, el encuentro es la culminación de una relación marcada por giros bruscos, elogios, tensiones y un tablero de guerra que hoy tiene a Ucrania en el centro.

El escenario no es casual: Alaska , que hasta 1867 fue territorio ruso, se ofrece como telón de fondo cargado de simbolismo para una reunión en la que se discutirá un posible alto el fuego y, según Trump, “intercambios de territorios beneficiosos para ambas partes”.

La historia entre ambos comenzó mucho antes de que se estrecharan la mano como mandatarios. Durante la campaña de 2016, Trump no ocultó su admiración por Putin, a quien defini

See Full Page