Azuzadas por vientos cambiantes, temperaturas extremas y una prolongada ola de calor, las llamas -que han provocado tres víctimas mortales y decenas de heridos- siguen sin dar tregua en la mitad de España. Las estimaciones apuntan a más de 115.000 hectáreas abrasadas en la última semana, con unos 38 focos activos . Preocupa especialmente la situación en Zamora y Galicia , que mantiene cortada su comunicación ferroviaria con Madrid. Los agentes también han cortado carreteras, algo que, en pleno puente festivo de 15 de agosto, ha hecho que unos mil de conductores estuvieran parados en la A-52.
Con 30.000 hectáreas quemadas, Ourense es la provincia más castigada, donde todavía permanece activado el nivel 2 de alerta y los incendios descontrolados consumen ya más de 26.000 hectáreas