Los incendios forestales son la gran plaga de los montes. Durante milenios la historia evolutiva de los pinos de la cuenca mediterránea ha ido de la mano a la del fuego que los ha calcinado. Los expertos apuntan que pasan décadas para que las masas forestales se recuperen, siempre y cuando no se pierda la capa vegetal y se desertice el espacio que ahora ocupaban los bosques. Ante este panorama, el pino carrasco (uno de las más comunes en los montes mediterráneos) tiene un as bajo la manga.

Este pino, el Pinus halepensis , a diferencia de otras especies de pinos que también conviven en la Península ibérica ha sabido adaptarse al fuego para aprovecharse de él hasta tal punto de convertirse ahora en una de las grandes esperanzas para la recuperación forestal de las grandes á

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