Equipado con un termómetro infrarrojo, el artista austríaco Jonas Griessler mide el calor sofocante en un patio interior en el centro de Viena.
Gracias a la obra de arte de su colectivo, que cubre el asfalto negro con una multitud de colores brillantes, la temperatura del suelo ha bajado de 31 a 20 °C.
Iniciada por el museo que exhibe la colección privada de la fallecida multimillonaria austríaca Heidi Horten , la iniciativa combina creatividad, ciencia y urbanismo mientras Europa se asfixia bajo la última ola de calor.
“Los tonos infantiles reflejan la ligereza y la inconsistencia con la que nuestra sociedad aborda este tema” del cambio climático, dijo Griessler , de 25 años, artista del colectivo Holla Hoop .
Con olas de calor más intensas, largas y frecuentes como consecuenc