La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, ordenó en la tarde/noche del pasado jueves 14 de agosto a la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, y al Departamento de Policía aceptar a Terry Cole, jefe de la Administración de Control de Drogas (DEA), como nuevo “comisionado de la policía de emergencia” del distrito. Con esta medida, busca otorgarle el control total del departamento durante la intervención de la Guardia Nacional.

La decisión provocó un rechazo inmediato por parte de Bowser y del secretario de Justicia del distrito, quienes anunciaron que no obedecerían la orden impuesta por la fiscal general Bondi. La orden formaliza el control del gobierno federal sobre la Policía Metropolitana de Washington y obliga a Bowser y al Departamento de Policía Metropolitana a poner fin

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