Gloria Gaitán, hija del reconocido líder político Jorge Eliécer Gaitán, ha dirigido una carta abierta a Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado Miguel Uribe Turbay. En su misiva, titulada “Un llamado desde la diferencia”, Gaitán expresa su cercanía con Uribe Londoño y cuestiona la decisión de su familia de rechazar la presencia del presidente Gustavo Petro y otros funcionarios en las exequias de su hijo.
Gaitán inicia su carta destacando la amistad que ha cultivado con Uribe Londoño a pesar de sus diferencias ideológicas. "Tú, identificado con el pensamiento conservador; yo, revolucionaria y gaitanista", señala, enfatizando que su relación es un ejemplo de cómo el afecto puede prevalecer sobre los desacuerdos políticos y religiosos.
La hija de Gaitán se mostró sorprendida y triste al enterarse de que la familia de Uribe Turbay había comunicado al Gobierno su deseo de que no asistieran altos funcionarios a las ceremonias en la Catedral Primada. "Recibí con sorpresa y tristeza la noticia de que tú y tu familia decidieron rechazar la presencia del presidente Gustavo Petro", afirmó.
Gaitán considera que esta decisión envía un mensaje negativo a quienes apoyan el “Gobierno del Cambio”, ya que, según ella, contribuye a la exclusión de una parte del país en un momento de dolor y reflexión. En su carta, subraya la necesidad de una verdadera unidad en Colombia, criticando que las clases dominantes han invocado la "unidad nacional" solo bajo ciertas condiciones.
"Aun así, seguimos creyendo en el diálogo, en la confrontación de ideas y en la posibilidad de avanzar hacia una Colombia más justa y equitativa", añade Gaitán. Además, reafirma su compromiso con la “restauración moral y democrática” que el país necesita, señalando que la justicia y la paz solo serán alcanzables si se garantiza la equidad y dignidad para todos los colombianos.
Finalmente, Gaitán concluye su carta reafirmando su afecto hacia Miguel Uribe Londoño, a pesar de las diferencias. Expresa su deseo de que algún día puedan encontrar un terreno común donde las diferencias no sean motivo de rechazo, sino de construcción colectiva.