Un operativo de fiscalización sorpresa, realizado ayer por la mañana en la Avenida Salvador Allende, permitió a personal de Senda y Carabineros de Chile detener a dos conductores de transporte público que circulaban bajo la influencia del alcohol. Los choferes, uno de un taxi básico y otro de un colectivo, arrojaron positivo en la prueba de alcoholemia, lo que activó las alarmas sobre la seguridad en la locomoción colectiva de la ciudad.

El incidente adquiere particular relevancia tras un reciente caso en el que un conductor de bus protagonizó un accidente bajo los efectos de la cocaína, generando preocupación en la comunidad. En este nuevo operativo, uno de los conductores de taxi colectivo fue sorprendido con pasajeros a bordo, aumentando el riesgo de una tragedia.

El director de Senda

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