NUEVA YORK- No hace mucho, los ejecutivos bancarios competían entre sí por ser el crítico más estridente de las criptomonedas.
Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase, en una ocasión comparó el bitcóin con tener una roca como mascota, y dijo que debería prohibirse todo el sector de las criptomonedas. Brian Moynihan, del Bank of America, describió este espacio como una “herramienta imposible de rastrear para el lavado de dinero”, mientras que el director ejecutivo de HSBC proclamó sin rodeos: “No nos interesa el bitcóin”.
Ahora los grandes bancos no pueden dejar de hablar de las criptomonedas.
En llamadas a inversores, presentaciones públicas y reuniones con los reguladores de Washington, los ejecutivos financieros se tropiezan unos con otros para revelar nuevos planes, incluid