¿Qué sentí cuando conocí a Nélida Sérpico ? Es difícil de decir, intento procesarlo hasta hoy, porque la sensación no fue una sola, porque debería caminar aunque sea una noche en los zapatos de ella para comprenderla, para ver qué se siente atravesar el infierno sin derrumbarse y enloquecer .
La conocí una tarde de agosto de 2014, en un café en Congreso , a pocas cuadras de donde ella trabajaba, limpiando una casa. Yo fumaba mucho en aquel entonces; un atado por día, mínimo. Nélida fumaba más que yo. Se reía con algo de vergüenza al admitirlo. Le era difícil fumar frente a un extraño con quien conversaba por primera vez. Jugaba con el cigarrillo mientras se cubría la boca con la mano derecha para que no se notaran los dos dientes que le faltaban .
No los había perdido por falta d