El verano pasado, mi esposa y yo desafiamos las probabilidades de la mediana edad y tuvimos una hermosa niña. Miles de personas que me siguen en Instagram y otras aplicaciones aún no lo saben.
No es porque haya querido ignorar a todo el mundo, sino porque decidí no publicar fotos de mi hija en las redes sociales, una decisión como padre que se está volviendo cada vez más popular debido a la inteligencia artificial (IA).
Desde hace décadas, casi desde que existen los sitios web para compartir fotos, los padres debaten los riesgos y beneficios de publicar fotos de sus hijos en internet. Pero cuando las redes sociales se integraron en el tejido social, la sobreexposición de los hijos (conocida en inglés como sharenting) se convirtió en la norma. Según algunos estudios, tan solo una cuarta p