La violencia, que parecía un capítulo chuleado para las esferas políticas de Colombia, vuelve a primer plano tras el asesinado del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.
En las pasadas elecciones nacionales, del 2022, el discurso de combatir el conflicto armado perdió relieve tras la firma del Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia (Farc) en el 2016.
El fortalecimiento de las disidencias de las Farc en los últimos dos años y el recrudecimiento del conflicto provocado por las mismas en zonas apartadas del país, retornan a la página que se registró entre los años 80 y 90, y que se creía concluida.
Para esta ocasión, con el asesinato de Uribe Turbay, el ciclo de la guerra vuelve a t