Cantabria es un destino ideal para las familias viajeras que hoy en día no conciben unas vacaciones en las que tengan que dejar de lado a su integrante más peludo. Y es que las alternativas de esta comunidad incluyen playas habilitadas para perros y gran variedad de alojamientos pet friendly , así como rutas para los amantes del senderismo que también están adaptadas para ellos.

Tener una mascota ya no es un impedimento para quienes quieran conocer a fondo la naturaleza de esta comunidad de diferentes maneras, por lo que es posible descubrir enclaves costeros, hospedaje y rutas de distinto tipo de las que también se puede disfrutar con una mascota con respeto, seguridad y comodidad en entornos acondicionados para ella.

Playas para perros

A pesar de que durante muchos años la presencia de perros en las playas de Cantabria podría conllevar una sanción, en la actualidad parte de la costa de esta comunidad está acondicionada para que los integrantes caninos de las familias también puedan disfrutar de ella, ya sea en verano o en invierno. Una de ellas es la Playa Arcisero o el Pocillo de los Frailes, en Castro Urdiales. Más conocida por los y las castreñas como “el Pocillo”, se trata de una pequeña cala en medio de un extenso parque verde que lleva el mismo nombre.

Es una zona rocosa, rodeada de acantilados y con poca arena. Cuando la marea sube, su tamaño disminuye y se convierte en una playa con un suelo de piedras un tanto incómodo, pero cuando baja se vuelve una cala salvaje y preciosa, con zonas de arena para tomar el sol mientras nuestra mascota se pega un chapuzón. En verano es un lugar muy atractivo tanto para los habitantes como para los visitantes de Castro Urdiales, pero durante el invierno no suele estar muy concurrida y también se puede disfrutar.

Un perro disfrutando en una playa pet friendly.

Otra playa perruna que ofrece un entorno adaptado y seguro, tanto para humanos como para perros, es la Playa de la Maza, conocida como Playa de los Vagos, en San Vicente de la Barquera. Es la única de todo el municipio que acepta animales de manera oficial y, cuando hay marea baja, es otra opción perfecta para que toda la familia pueda disfrutar.

Es una zona tranquila y, por lo general, presenta un grado de ocupación muy bajo. Además, para mantener a la mascota hidratada en los días más calurosos del verano, cuenta con fuente para perros, además de papeleras y una zona de césped cercana, por lo que este pequeño arenal combina disfrute, respeto y sostenibilidad.

Asimismo, otra opción es la Playa de la Riberuca, ubicada en uno de los enclaves costeros de mayor interés turístico de Cantabria, en Suances. La zona habilitada se encuentra al final del arenal, junto a la ría, para que los perros puedan disfrutar de un buen baño.

Alojamientos pet friendly

En Castro Urdiales se encuentran varias zonas costeras habilitadas para perros, por lo que también ofrece opciones variadas de alojamiento pet friendly. Cerca de la Playa el Pocillo se encuentran tanto apartamentos como hoteles a distintos precios, al igual que en otras pedanías, como por ejemplo, en Oriñón. Además de contar con una zona costera reservada para animales en la desembocadura de la ría, separada de su extensa playa.

Este pueblo también acepta a todos por igual en muchos de los alojamientos turísticos disponibles, sobre todo en apartamentos a pie de playa y en el camping, donde permiten una mascota por parcela. Asimismo, San Vicente de la Barquera destaca en especial por las casas rurales que ofrecen alojamiento para mascotas y, en sus alrededores, como en el municipio de Santillana del Mar, también han optado por admitir inquilinos con animales en muchas de sus posadas y de sus hostales.

Para encontrar el hogar perfecto donde hospedarse la familia al completo, incluyendo al compañero de cuatro patas, hay infinidad de páginas web en internet donde encontrar el alojamiento ideal en el destino de Cantabria que hayas escogido, como por ejemplo, esta guía pet friendly que facilitará la búsqueda e informa sobre los requisitos de cada establecimiento.

Rutas con perros

Cantabria también ha pensado en los y las amantes del senderismo que tienen un acompañante peludo en sus rutas, y es que ir a la montaña, pasear y descubrir nuevas sendas es una manera de hacer feliz a tu mascota. Además, la comunidad dispone tanto de rutas por el bosque como de senderos junto al río para que los perros puedan darse un buen chapuzón y refrescarse en verano.

Una de las variadas opciones es la ruta por el Hayal de Aloños, situado en la cuenca alta del río Pisueña. Se trata de un recorrido sencillo, perfecto para realizar en familia, a lo largo del que se encuentran cabañas pasiegas, típicas de Cantabria, algún salto de agua y una buena y amplia perspectiva del Valle del Pisueña. La ruta arranca en el pueblo de Aloños, en el municipio de Villacarriedo, por lo que se puede acceder al sendero aparcando allí mismo, al lado de la iglesia de la plaza central.

Un perro paseando por el campo.

Asimismo, en un entorno rodeado de castaños se encuentra otra opción perfecta: la ruta por el Castañar de El Habario. Esta senda es algo más complicada que la anterior y dura alrededor de cuatro horas y media. El camino está trazado en medio de un bosque de castaños único, del que toda la familia podrá disfrutar gracias a su belleza.

Forma parte del Camino Lebaniego y desciende y asciende hasta el Allende, una pequeña aldea perteneciente al municipio de Cillorigo de Liébana y situado a la salida del conocido Desfiladero de La Hermida, el que habrá que atravesar para llegar al aparcamiento repleto de castaños centenarios.

Otro recorrido, este con río para que el peludo pueda disfrutar de un baño, es el de la senda fluvial del río Miera. Este tipo de rutas son la mejor opción para la primavera, tras la época de intensas lluvias en invierno. Para llegar al punto de partida habrá que conducir en coche hasta Barrio de La Concha, en San Roque de Riomiera.

Esta opción está llena de historia arquitectónica y el primer punto de interés es la ermita del Toral. Fue construida a finales del siglo XVIII y se ha restaurado tras décadas abandonadas. Tras una breve visita, el sendero continua junto al río Miera, por lo que es muy cómodo de recorrer para los días calurosos si es que se realiza en verano.