Colombia reclama negociar la soberanía sobre Santa Rosa, pero sus terrenos de un kilómetro cuadrado son custodiados por uniformados de la Policía y de las Fuerzas Armadas del Perú, incluso por agentes de la Fiscalía, quienes llegan hasta el terreno para hacer diligencias en defensa de la autoridad que reclama el Estado del Perú sobre ese terreno rodeado por el río Amazonas.

No hay una sola autoridad estatal colombiana que pueda tomar decisiones sobre esta geografía. En contraste, entre sus calles hay despachos de una veintena de instituciones del Perú y más banderas de ese país que casas en las que viven sus 3.000 habitantes, entre campesinos, indígenas y mestizos, quienes mayoritariamente se identifican como peruanos.

SEMANA recorrió sus calles, riberas y cultivos durante cuatro días,

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