El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, concluyeron su cumbre sin un acuerdo definitivo sobre la guerra en Ucrania, aunque ambos líderes afirmaron haber logrado "grandes avances". La reunión se llevó a cabo en Alaska y, a pesar de la falta de un entendimiento claro, se vislumbra la posibilidad de una próxima reunión en Moscú.

Trump enfatizó que "no hay acuerdo hasta que haya un acuerdo" y mencionó su intención de dialogar pronto con líderes ucranianos y europeos. La ausencia del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la cumbre fue notable, ya que contradice la política de "nada sobre Ucrania sin Ucrania".

Durante la conferencia de prensa, Trump calificó la reunión como "extremadamente productiva" y destacó que los avances logrados podrían facilitar un futuro entendimiento. "Los acuerdos de hoy nos ayudarán a reiniciar relaciones pragmáticas", afirmó, subrayando su relación con Putin.

Putin, por su parte, hizo una inusual invitación a Trump para que visite Moscú en la próxima ronda de conversaciones. Ambos líderes advirtieron a Europa que no "torpedeara el progreso incipiente". Sin embargo, Putin también planteó exigencias a Ucrania, incluyendo el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia y la cesión de las regiones anexadas en 2022. Además, solicitó que Ucrania desistiera de su intento de unirse a la OTAN y limitara sus fuerzas armadas.

El presidente ruso expresó su agradecimiento por la actitud "amistosa" de Trump, sugiriendo que esto podría facilitar la resolución del conflicto. Putin calificó el diálogo como "constructivo" y reiteró su creencia de que la guerra podría haberse evitado si Trump hubiera estado en el poder al inicio del conflicto.