Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han decidido desplegar más de 4.000 infantes de Marina y marineros en las aguas que rodean América Latina y el Caribe. Esta acción forma parte de una iniciativa intensificada para combatir los cárteles de la droga, según informaron funcionarios del Departamento de Defensa. Este despliegue, que incluye el Iwo Jima Amphibious Ready Group (ARG) y la 22.ª Unidad Expedicionaria de Marines (MEU), representa una drástica demostración de fuerza. El objetivo es proporcionar al presidente una amplia gama de opciones militares en caso de que se requiera actuar contra los cárteles.

El despliegue se enmarca dentro de un reposicionamiento más amplio de los activos militares en el área de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos, que ha estado en marcha durante las últimas tres semanas. Además de los infantes de Marina, se están asignando al Comando Sur un submarino de ataque de propulsión nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon, varios destructores y un crucero lanzamisiles guiados.

Un funcionario familiarizado con la situación indicó que estos activos adicionales están destinados a hacer frente a las amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos por parte de organizaciones narcoterroristas en la región. Aunque el despliegue del USS Iwo Jima y otros buques fue anunciado, no se reveló su destino específico. Por el momento, este refuerzo militar se considera principalmente una demostración de fuerza, más que una indicación de que se llevarán a cabo ataques precisos contra los cárteles.

El ARG/MEU también incluye un elemento de combate aéreo, lo que amplía las capacidades de respuesta. Sin embargo, algunos funcionarios de defensa han expresado preocupaciones sobre la preparación de los infantes de Marina para llevar a cabo operaciones de interceptación de drogas. En caso de que esta sea parte de su misión, dependerán en gran medida de la Guardia Costera.

Históricamente, estas unidades expedicionarias han jugado un papel crucial en operaciones de evacuación a gran escala. Un funcionario de la Marina afirmó que la unidad de expedición “está lista para ejecutar órdenes legales y apoyar a los comandantes combatientes en las necesidades que se les soliciten”.

En marzo, las fuerzas estadounidenses ya habían desplegado destructores cerca de la frontera entre Estados Unidos y México para apoyar la misión de seguridad fronteriza del Comando Norte. Los recursos adicionales que se están trasladando ahora dependerán del Comando Sur y están destinados a apoyarlo durante al menos los próximos meses.

Un memorándum firmado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, a principios de este año, subrayó que la “prioridad principal” del Ejército estadounidense es defender el territorio nacional. Este documento ordenó al Pentágono “cerrar nuestras fronteras” y repeler cualquier forma de invasión, incluyendo el tráfico de drogas y otras actividades delictivas.