Las casualidades de la vida forjaron una gran amistad entre un futbolista que llegó a triunfar en el CD Tenerife (36 brillantes comparecencias de blanquiazul antes de debutar en Primera con el Racing de Santander) y otro que quiere hacerlo. AAyoze Díaz y al recién llegado Álvaro González Soberón les une su demarcación de defensas, un pasado en común –ambos coincidieron en el Racing– y ahora el mismo deseo: los dos quieren que suba el representativo. Pero también otro denominador común, que es el municipio de Potes, la localidad donde el central nació –hace ahora 35 años–y ahí donde Ayoze ha hecho mucha vida en los últimos tiempos porque es allí donde nació su mujer.
«Le conozco desde que empieza a subir con el primer equipo, de la mano de Marcelino García Toral», evoca el lagunero, quie