Esta semana Colombia vivió uno de los hechos que con seguridad encabezará los anaqueles de la historia reciente en un futuro no muy lejano. Sobre cómo el país —y su clase política— despidió a Miguel Uribe, el exsenador y excandidato presidencial que perdió la vida luego de un ataque a bala en Bogotá, opinan Andrés Caro y Mauricio Albarracín este sábado.

Miguel Uribe Turbay. Andrés Caro dice que aunque en Colombia matan personas a diario, y que en el año ya son 98 los líderes sociales asesinados, es un falso dilema plantear la muerte del exsenador como una más entre la violencia política que nunca se ha ido del todo en el país. Porque aunque esa adopción casi doméstica de la violencia condena a la Nación a pérdidas diarias, no todos los días tiene lugar un magnicidio en Colombia.

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