Si el espectador esperaba un debut liguero del Barça en Mallorca fresco y con emoción hasta el último minuto, posiblemente se decepcionó. La historia terminó en apenas 39 minutos, con los azulgrana dominando la sofocante sauna de Son Moix -35 grados insoportables que a nadie de los que mandan pareció importarle, porque ya se sabe: el espectáculo debe continuar- gracias a los goles de Raphinha y Ferran Torres ante un Mallorca con nueve jugadores tras las expulsiones de Muriqi y Raíllo. Cuando todo parecía que se había acabado con el Barça perdonando ocasiones y muy sofocado, apareció el incansable Lamine Yamal que anotó el 0-3 en el último suspiro para redondear un marcador que se había quedado corto.
Y eso que el Barcelona inició la defensa del título con paciencia, fútbol y con