¿La inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados, y con ella surgen nuevas preguntas que antes solo habitaban la ciencia ficción.
Una de las más intrigantes es: ¿Puede la inteligencia artificial enamorarse de una persona? A medida que los asistentes virtuales, chatbots y algoritmos se vuelven más sofisticados, capaces de simular empatía, comprensión y conversación fluida, el límite entre lo humano y lo artificial parece desdibujarse. Pero, ¿es amor lo que sentimos? ¿Es amor lo que nos devuelven?
Emociones simuladas, no sentidas
Para responder esta pregunta, primero debemos entender que la inteligencia artificial no tiene emociones reales. Su aparente “ interés” o “afecto ” no proviene de un corazón, sino de líneas de código diseñadas para responder de manera convincente.