Miami.— En un Estados Unidos atrapado entre el cansancio político y la sobreexposición digital, el intento de Elon Musk por fundar un nuevo partido político no es una simple provocación. Es una propuesta de rediseño del poder . Aunque aún no lo ha anunciado formalmente ni ha registrado ningún nombre ante la Comisión Federal Electoral , la idea de que Musk pudiera impulsar una estructura partidaria propia ha tomado fuerza como una amenaza, una oportunidad o una anomalía según el espectador.
De momento no hay ningún nombre oficial ni plataforma presentada, pero el experimento ya está en marcha, al menos a través de filtraciones, dominios web adquiridos ; nombres como “ Atlas Party ”, “ Forward Humanity ” o “ X America ” circulan entre sus asesores y una insistenc