Los destellos de los vapers y sus aromas dulces algodón de azúcar, mango helado, gominola parecen inofensivos, casi un juego. Pero detrás de ese humo aromático se esconde un daño silencioso , uno que avanza sin dar señales y que ya está dejando huella en muchos corazones.
La cardióloga Angélica Figueroa, conocida en redes como @cardio.figueroa , rompe el mito con una advertencia tajante: “Lo que empezó como ‘más seguro que el tabaco’ hoy sabemos que no lo es”.
Figueroa, que combina su labor médica con la divulgación sanitaria, ha querido desmontar la falsa sensación de seguridad en torno a los vapers, especialmente entre los más jóvenes.
“Esta chica lleva un Holter para monitorizar su corazón porque a causa de vapear, su corazón ha sufrido arritmias ”, explica la doctora, seña