Bogotá acaba de poner sobre la mesa uno de los paquetes de incentivos más ambiciosos de los últimos años para atraer inversión y generar más de 200.000 empleos. Y para algunos esto afecta a un departamento como el Tolima que sigue trabajando por abrirse camino en la agenda nacional con planes de atracción de inversión pequeños.

Por el contrario si entendemos que esto no es una carrera para competir sino una oportunidad para aliarnos, podemos pasar al juego y no quedarnos viendo cómo otros crecen mientras nosotros aplaudimos desde la tribuna.

Bogotá no tiene que ser “el rival”. Puede ser un socio estratégico, igual que el Huila y Cundinamarca. Compartimos corredores logísticos, cadenas productivas, talento humano y hasta necesidades en infraestructura, turismo o innovación. Pensar en regi

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