De unos años a esta parte, la industria del automovilismo ha buscado que el usuario perciba el coche como un gadget más . Las pantallas táctiles enormes han invadido los salpicaderos de casi todas las marcas y, a una velocidad pasmosa, hasta las acciones más simples y necesarias ( cambiar el aire acondicionado , por ejemplo) han pasado a requerir unos cuantos toques en una pantalla. Mazda era una de las marcas que ejercía la resistencia contra esta invasión de las pantallas , manteniendo los útiles y tradicionales botones.
Pero si hablamos en pasado es por un motivo: el CX-5 demuestra que el Mazda 6e no era una excepción. Y, según Mazda, es lo que queremos.
¡Mira, sin mirar! En un punto en el que prácticamente toda la competencia estaba apostando por pantallas, cada vez má