El KF-21 no ha sido diseñado para impresionar a Washington, ni para competir con el F-35 en furtividad. Ha sido diseñado para algo más simple y más ambicioso a la vez: que Corea del Sur no vuelva a depender de nadie cuando necesite un avión de combate . El país lo llama Boramae, halcón cazador , y quiere que sea el eje de su defensa aérea hasta 2032 . No es solo un caza de nueva generación: es un símbolo. Y todo apunta a que será también un aviso para sus vecinos.
Cuando Corea del Sur quiso acceder a tecnologías del F-35 para integrarlas en su futuro caza, se topó con una negativa rotunda. Estados Unidos rechazó transferir sistemas clave como el radar AESA, el sistema electroóptico de puntería (EOTS), el IRST y el perturbador de radiofrecuencia de guerra electrónica. Aquel episo