La violencia en Colombia continúa en aumento, especialmente en las regiones donde las disidencias de las Farc están activas. Nariño, que hasta ahora había estado relativamente al margen de estos conflictos, se ha convertido en un nuevo foco de tensión. En el corredor estratégico de Guambuyaco, se han reportado enfrentamientos armados, según información de Semana.

Alias Yimmi, un disidente con un oscuro historial criminal, está movilizando recursos y hombres para disputarle el control del territorio a su propio comandante, alias Don Mata, líder del Frente Franco Benavides del Bloque Occidental Jacobo Arenas del Estado Mayor Central (EMC). Este enfrentamiento interno no solo pone en riesgo la estructura jerárquica del grupo, sino que también busca apoderarse de las lucrativas actividades ilícitas en la región, como el narcotráfico y la minería ilegal.

Fuentes locales han indicado que Yimmi ha incrementado su presencia en municipios como Samaniego, convirtiéndose en un centro operativo para sus planes. Las ganancias de estas actividades ilegales son la principal motivación detrás de su intento de consolidar poder en la zona. La capacidad de Yimmi para operar se ha visto reforzada, lo que aumenta el riesgo de enfrentamientos y podría llevar a una mayor inestabilidad en la región, afectando a la población civil.

Investigaciones revelan que Yimmi habría robado un arsenal significativo de su organización antes de ser capturado. Este acto, junto con la entrega de información a la Fiscalía, muestra un patrón de traiciones y negociaciones con las autoridades. Tras recuperar su libertad, Yimmi se refugió en áreas remotas de Antioquia y Cauca, donde intentó formar alianzas con otras estructuras delictivas, aunque fue rechazado por no ser considerado de confianza.

Sin opciones en el norte y occidente del país, Yimmi se trasladó a Nariño, donde pasó meses observando las dinámicas de los grupos armados en la zona. Su esfuerzo culminó en Remolino, donde, gracias a un contacto conocido como ‘Sidón’, logró establecer comunicación con alias Mata, lo que le permitió integrarse formalmente al grupo. La situación en Nariño sigue siendo crítica, y el futuro de la región depende de cómo se desarrollen estos conflictos internos.