El problema es que nadie avisa; al menos, no a tiempo.

Por eso es recomendable que los futuros padres y madres sepan que el nacimiento de un hijo –su alegría, sus festejos y esos cambios estruendosos– incluyen también un período complicado: el puerperio.

El diccionario lo define como un “período que transcurre desde el parto hasta que la mujer recupera su estado anterior a la gestación”. Pura ingenuidad. Ninguna gestante suele recordar con certeza cómo era ese “estado anterior”.

Una alternativa de la Real Academia Española es “el estado delicado de salud que atraviesa la mujer durante este tiempo”. Esto se acerca más a la realidad. En el posparto se altera la salud (psicofísica); el cambio es delicado.

Nadie niega la maravilla de haber podido gestar un/a niño/a (o adoptarlo). Es remarc

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