Un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela un preocupante patrón de consumo en Oaxaca: las familias destinan más dinero a la compra de refrescos que a alimentos básicos como la leche y el huevo. Este comportamiento plantea un grave problema de nutrición con consecuencias a largo plazo.

La tendencia responde a varios factores. Destaca la agresiva mercadotecnia de las empresas de bebidas azucaradas, que invierten sumas millonarias en publicidad, y la percepción del costo-beneficio, donde los refrescos resultan más atractivos. Sin embargo, la leche es un alimento más completo, rico en proteínas, calcio y vitaminas esenciales para la salud.

El desequilibrio en el gasto familiar incrementa el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la mala alimentació

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