La confirmación de un nuevo recorte en el volumen de agua que México recibe del Río Colorado vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad hídrica de Baja California. Aunque la reducción proyectada para 2026 será menor que la aplicada este año, no podemos perder de vista que la presión sobre el recurso sigue siendo intensa, especialmente en el Valle de Mexicali y los distritos de riego.
El Gobierno Estatal ha tomado medidas importantes: modernización de acueductos, habilitación de nuevos pozos y convenios estratégicos con el Distrito de Riego. Son acciones que, sin duda, ayudan a garantizar el suministro urbano y agrícola, pero también evidencian que la sostenibilidad del agua en la región depende tanto de la cooperación internacional como de la eficiencia interna.
La sequía prolongada