Vigilancia facial concentra el debate en Nueva Orleans, donde la policía busca legalizar su uso en tiempo real, pese a advertencias de discriminación y colaboración con autoridades migratorias.
Defensores de derechos civiles advierten que vigilancia facial podría terminar aplicándose contra comunidades inmigrantes, a pesar de compromisos de las autoridades locales de mantener la tecnología fuera del alcance federal.
El origen de la tecnología
Durante años, cámaras instaladas en el Barrio Francés enviaron imágenes en tiempo real a la policía, generando coincidencias automáticas que generaron críticas por vulnerar reglas municipales previamente establecidas.
El sistema funcionó mediante una red privada llamada Project NOLA, enlazada con la policía, lo que permitió a oficiales recibir ale