Las elecciones presidenciales en Bolivia, celebradas el 17 de agosto, han llevado a un balotaje inédito que se llevará a cabo el 19 de octubre. Este evento marca el fin de 20 años de gobiernos de izquierda, primero bajo Evo Morales y luego con Luis Arce. Los candidatos que disputarán la segunda vuelta son Rodrigo Paz, senador del Partido Demócrata Cristiano, y el expresidente Jorge "Tuto" Quiroga, de la Alianza Libre. Según el conteo preliminar del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Paz obtuvo el 32,1% de los votos, mientras que Quiroga alcanzó el 26,8%.

La jornada electoral se caracterizó por una alta participación del 78,55%, pero también evidenció una fractura en la izquierda. El Movimiento al Socialismo (MAS), el partido gobernante, sufrió una caída histórica, quedando en sexto lugar con solo el 3,14% de los votos. Esta dispersión de la oposición y la crisis económica del país contribuyeron a que ningún candidato superara el 33% en la primera vuelta, lo que obligó a una segunda ronda.

Rodrigo Paz, de 57 años, sorprendió al alcanzar la primera posición, a pesar de no ser considerado un favorito en las encuestas previas. Con un perfil moderado y renovador, se presenta como una alternativa a las figuras tradicionales. Por su parte, Jorge Quiroga, de 65 años y con experiencia presidencial entre 2001 y 2002, representa a la derecha conservadora y mantiene un discurso firme contra el MAS, lo que le asegura el apoyo de sectores opositores más radicales.

Este balotaje anticipa un cambio significativo en la política boliviana, ya que por primera vez desde 2005 se elegirá a un presidente que no pertenezca a la izquierda.