Aun sin tener todavía datos oficiales de esta fatídica semana, las impactantes imágenes no dejan lugar a dudas: las cifras serán devastadoras. España arde y la catástrofe ya no se centra en zonas aisladas, sino que hablamos de decenas de miles de hectáreas repartidas en diferentes partes de Castilla y León, Galicia, Extremadura y Asturias. Los incendios que comenzaron hace días no dan tregua y han continuado este fin de semana, totalmente descontrolados en algunos casos.

Las altas temperaturas tampoco lo han puesto fácil en lo que respecta a las labores de extinción. Ya el viernes se temía que los cambios de dirección del viento y la ola de calor sumasen problemas para controlar los diferentes focos, y así fue, especialmente en Castilla y León y Galicia. AEMET pronosticó para estos últimos dos días lo peor de la ola de altas temperaturas que sacude el país desde hace casi dos semanas, una previsión que se ha cumplido y que ha servido para reavivar focos ya inactivos, además de para activar otros.

Según los datos disponibles hasta este lunes, actualizados por el sistema europeo de observación de incendios hasta el viernes, en 2025 han resultado arrasadas por el fuego al menos 157.000 hectáreas. Dos incendios han colaborado de forma importante para que se alcance esta cifra, destacando el fuego originado en Uña de Quintana, en la provincia de Zamora, que supera las 40.000 hectáreas, o el de Chandrexa de Queixa, en Ourense, con más de 20.000 hectáreas ardidas. Ambos incendios históricos: el de Zamora es ya el mayor de la historia de España. El de Ourense, el mayor de la historia de Galicia. Casi 90.000 hectáreas de las quemadas este año se encontraban en estas dos provincias.

Hasta el momento 2025 apunta ya a ser el segundo peor año en cuanto a superficie quemada desde que hay datos satelitales, solo superado por el año 2022, cuando, entre otros, se produjeron los incendios de la Sierra de la Culebra, en Zamora, que dejaron en total más de 65.000 hectáreas calcinadas. 2025 se sitúa ya en tercera posición en cuanto a superficie total quemada por detrás de 2022, cuando los fuegos se comieron 306.000 hectáreas de terreno, y de 2012, con 189.000 hectáreas carbonizadas, aunque la actualización de los datos dejará a buen seguro ese año atrás.

Vecinos sin dormir y apagando el fuego con cubos de agua

Más de 23.600 personas han sido desalojadas de sus casas ante el avance imparable del fuego. Sin embargo, no todos aceptaban las órdenes de las autoridades bajo su propia responsabilidad y a pesar de las recomendaciones oficiales, especialmente en algunas aldeas. Muchos de ellos decidían quedarse para intentar, como podían, ayudar a parar los fuegos y así salvar también lo que en algunos casos supone su único modo de vida: la ganadería.

Es el caso de algunas aldeas de Galicia, donde al destructor incendio de Chandrexa de Queixa el sábado se le unieron los focos de Requeixo y Parafita, también de Vilariño de Conso-Mormentelos, entre otros muchos focos que suman ya en total por lo menos 50.000 hectáreas quemadas.

Muchos vecinos han remitido estos días a los medios de comunicación su enfado al relatar cómo, especialmente entre semana, debían afrontar “absolutamente solos” la amenaza del incendio. “Llegó un camión del Ayuntamiento. Sin agua”, contaban a elDiario.es los voluntarios de Parafita. “Estamos abandonados”, decían en Vilamartín .

A lo largo del fin de semana, esa situación se ha replicado en cada vez más pueblos, con sus habitantes sin apenas dormir e improvisando como pueden para echar una mano. “Las aldeas son ratoneras” , explicaban. Una frase que solo se entiende al ver los impactantes vídeos con aldeas enteras calcinadas.

Lo mismo relataban desde las localidades más afectadas de la provincia de León , cuyos vecinos ponían un calificativo al operativo antiincendios desplegado: “insuficiente”. “Nosotros vemos que no hay medios para apagar el fuego y luego oyes a los políticos de turno comentar que sí, que está, que hay medios, que está todo todo planificado, que está todo hecho y tú dices, pero ¿dónde?”, relataba a elDiario.es un alcalde de un municipio de la zona, visiblemente emocionado tras los días de extrema preocupación.

Las comunidades, desbordadas ante una situación incontrolable

Ante la situación, comunidades como Galicia reconocieron estar desbordadas por la cantidad de fuegos y el dispositivo para hacerles frente, que se quedó corto en Ourense. El director xeral de Defensa do Monte pidió “comprensión” a los vecinos y admitió que ese dispositivo empezaba a “desbaratarse”. “La gente tiene que entender que esto no es un incendio más”, dijo el viernes.

Estos días se ha subrayado la falta de medios de extinción en muchas comunidades autónomas, algunas con operativos subcontratados a empresas privadas y con una gran precariedad en las condiciones de los trabajadores, como es el caso de los bomberos forestales.

Un ejemplo es el de la Comunidad de Madrid, donde las brigadas llevaban de huelga desde finales de julio, pero la suspendieron ante la situación de emergencia. “Seguiremos trabajando por 1.300 euros al mes, tragando humo y con jornadas interminables”, decían en un comunicado el viernes. La precariedad y escasez de medios ha sido también denunciada por los bomberos forestales de Castilla y León o Galicia , las comunidades más afectadas por esta ola de incendios y dos de las que más fuegos registran cada año.

La competencia en materia de extinción de incendios es de las comunidades autónomas que, según las leyes, además pueden pedir ayuda adicional al Gobierno si la necesitan. Tras las acusaciones del PP, el Gobierno ya explicó a finales de la semana pasada que el número de aeronaves del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para la campaña de este año ascendía a 56. Este sábado se desplegaron más de 1.400 militares de la UME para luchar contra las llamas, además de otros 2.000 en tareas de apoyo y 450 más medios de la misma unidad activados. Además, se suman 5.000 guardias civiles y 350 agentes de la Policía Nacional, entre otros efectivos. El domingo se anunció el despliegue de 500 militares más.

Desde Extremadura, ya el fin de semana y con el incendio en la sierra de Jarilla “completamente desbocado”, la presidenta María Guardiola pidió formalmente el despliegue de medios al Gobierno para reforzar el control de los incendios. El sábado, la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen aseguró que el Gobierno estaba dando ya respuesta a todos los medios solicitados, aunque pidió “rigor técnico” y “responsabilidad” a la hora de formular dichas peticiones.

Ante la cada vez más complicada situación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió acudir a las zonas más afectadas de León y Ourense y desde allí anunció que propondrá un gran pacto de Estado para abordar la adaptación a la emergencia climática. “Quedan días complejos. La meteorología no está acompañando”, afirmó.

Todavía se desconocen más detalles del plan anunciado por el presidente del Ejecutivo, aunque hay algo que sí se sabe: España todavía gasta más dinero en apagar fuegos que en evitar que se produzcan. Y eso a pesar de la evidencia de que el cambio climático cada vez más generará incendios inextinguibles. Las organizaciones ecologistas piden que se invierta más en prevención y, además, en investigar las causas de los incendios, ya que la mayoría de los fuegos intencionados se libran de los tribunales.

Patrimonio nacional devastado por las llamas

Después de la desolación tras el incendio en el patrimonio mundial de Las Médulas , en Castilla y León, de hace ya más de una semana, estos últimos días no ha habido treguas para otros tesoros nacionales.

Incendio forestal en Picos de Europa

El sábado de madrugada el fuego ya había entrado al Parque Nacional de los Picos de Europa y durante el domingo, se fue extendiendo, obligando a diferentes pueblos a ser desalojados hasta evacuar todo el valle de Valdeón . En la zona solo se podía contar con una cuadrilla de tierra, mientras que la propia del Parque Nacional se tuvo que desplazar al incendio de La Uña, que penetraba el parque nacional por otro flanco.

Uno de los municipios afectados y de los primeros en ser evacuados es la localidad de Caín, muy conocida por la Ruta del Cares y principal punto turístico de la zona. En total ya hay 10 localidades evacuadas.

La discusión política de fondo

Mientras España ardía, este domingo, antes de la comparecencia del presidente del Gobierno Pedro Sánchez junto al presidente gallego Alfonso Rueda que trataba de mostrar una imagen de unidad institucional, la presidenta madrileña aprovechó el foco para tratar de colocar un marco político favorable. En una visita al parque central de bomberos de Las Rozas concertada la víspera, Isabel Díaz Ayuso cargó contra Pedro Sánchez en particular y contra el Gobierno en general .

La líder del PP de Madrid defendió que esto -en referencia a los incendios forestales- es lo que Sánchez ha hecho “en otras ocasiones” y acusó al presidente del Gobierno de “dejar que todo se queme, o se hunda”. También llegó a decir que el Ejecutivo está paralizado a la espera de “buscar culpables” de los incendios.

Antes de ello, el viernes, Ayuso ya dejaba entrever este discurso en su habitual intento de superponerse a la radicalidad ultraconservadora de Vox. Defendió que la “burocracia rígida” y las “agendas ideológicas” entorpecen el trabajo cotidiano del campo, lo que según su opinión llegaría a “entorpecer” la lucha contra los incendios . Un mensaje en el que ha insistido este domingo.

La estrategia de Ayuso no es más que la versión más estridente del nuevo estilo autonómico del Partido Popular de Feijóo . El principal objetivo: situar al Gobierno central como el causante de los problemas, como una administración insolidaria e, incluso, inhumana, frente a las pobres autonomías que hacen lo que pueden.

Mientras tanto, las comunidades autónomas más afectadas por los incendios, todas ellas gobernadas por el PP ya sea con mayoría o en minoría, solicitan por voz de sus presidentes autonómicos o del propio Núñez Feijóo al Gobierno los recursos que no han tenido disponibles pese a contar con las competencias para ello. El presidente popular llegó a interrumpir sus vacaciones esta semana para afirmar que el Gobierno estaba llegando “tarde” a la lucha contra los incendios. Desde su equipo también se acusó al Ejecutivo central de las consecuencias de la dana del pasado mes de octubre.

En Castilla y León, pero especialmente en las provincias leonesas, los fuegos pillaron a los principales responsables políticos en sus vacaciones, en el caso del presidente de la Junta, y en una comida en Asturias, en el caso del consejero de Medio Ambiente . “Tenemos la mala costumbre de comer”, llegó a afirmar Suárez-Quiñones, que no abandonó su almuerzo con los responsables de la Cámara de Comercio de León pese a que los fuegos en esa provincia y en la de Zamora empezaban a descontrolarse.

Ya responsable durante los graves incendios de la Sierra de la Culebra (Zamora) de 2022, en aquel entonces el consejero de Fernández Mañueco justificó su virulencia por la reducción de los trabajos selvícolas, agrícolas y ganaderos y una “anormalidad extrema climática”. Sin embargo, su modelo de gestión privatizada y temporal está recibiendo una fuerte contestación que ya ha llegado a las Cortes e incluso a las calles, con una manifestación este domingo en Astorga pidiendo su dimisión .

La presidenta de Extremadura, en cuyo extremo norte continuaba descontrolado este domingo el incendio de Jarilla en la zona montañosa que une Cáceres con Salamanca, sí ha agradecido personalmente su labor de coordinación e información al Teniente Coronel de la UME Francisco Javier Marcos. María Guardiola, cuyo consejero ha señalado como principal escollo para la extinción de este incendio al viento cambiante, ha subrayado la importancia de la colaboración de administraciones en la gestión de emergencias.

Mientras, los vecinos siguen intentando ayudar como pueden para contener el fuego que no deja de avanzar y que deja ya un mapa de ceniza donde antes había casas, patrimonio y naturaleza.