POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP ILO)

La promoción del proyecto para construir el Puerto Corio, en el departamento de Arequipa, ha sido tan intensa como persistente. En redes sociales, la publicidad se volvió omnipresente —y en ocasiones, abrumadora— mientras el discurso político lo elevaba a la categoría de prioridad estratégica. Las noticias falsas proliferaron sin control: “Estados Unidos ha elegido un puerto alternativo en el sur del país para competir con Chancay”, “La carga llegará desde Brasil, Bolivia y el sur del Perú”, “Diseños espectaculares del terminal incluyen grandes almacenes y un aeropuerto internacional”.

La narrativa, cuidadosamente tejida, buscaba seducir a inversionistas de todos los tamaños. Pero detrás del entusiasmo mediático persiste una regla in

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