La península de Crimea, una región estratégica por su acceso al mar Negro, está en poder de Rusia desde 2014 tras un controvertido referéndum no reconocido por la comunidad internacional y motivo histórico de disputa entre Rusia y Ucrania.
Ahora parece ser una de las claves para el fin de la guerra entre ambos países si los ucranianos desisten de querer recuperar ese territorio.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este domingo que su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, con el que se reúne en la Casa Blanca, puede acabar la guerra con Rusia «casi de inmediato» si descarta Crimea y la OTAN.
«Recuerden cómo empezó. No recuperar la Crimea dada por Obama (sic) (hace 12 años, sin un solo disparo) y no entrar a la OTAN por parte de Ucrania», escribió Trump.
Una península que