Ciudad de México, 18 ago (EFE).- Desde hace 15 años, la doctora Sarahí Hernández dirige la Unidad Médica Bassaury, en Nezahualcóyotl, un municipio del central Estado de México fundado en los noventa por migrantes del interior del país, hoy un punto clave para la oleada migratoria que transita hacia EE.UU. y ve en esta clínica una alternativa de atención ante las barreras sanitarias.

Hernández afirma a EFE que es hija de los primeros foráneos que poblaron Nezahualcóyotl o Neza, como le nombra su ahora millón de habitantes, y que el afecto comunitario hacia ella y su familia nació porque, durante medio siglo, han garantizado el acceso a la salud sin importar la nacionalidad, color de piel o estrato socioeconómico.

“En 1975, cuando mi papá empezó a dar consulta solo había cuatro médicos y m

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