Franco Colapinto intentará sacar provecho a este receso que la Fórmula 1 suele brindar durante el verano europeo. El último fin de semana de agosto deberá volver a ponerse el casco para salir a la pista de Países Bajos e intentar cambiar la imagen que dejó en las siete carreras que disputó desde que tomó el volante en Alpine.
Naturalmente que la expectativa que existía respecto a lo que haría el piloto argentino era bastante más alta, por la inversión que significó su fichaje, aunque hay que tomar en cuenta ciertos matices que llevaron a esta realidad. El foco debe estar puesto en un monoplaza que nunca mostró condiciones de competitividad necesarias, volviéndose una complicación para quienes debieron manejarlo. Esto es lo que hizo el clásico informe de mitad de temporada que publica l