El inicio de las ligas europeas de fútbol ha llenado los cafés marroquíes para ver las retransmisiones de los partidos, en especial aquellos en los que participan jugadores nacionales. La presencia de aficionados supone un respiro económico para un sector que atraviesa una grave crisis.
La controversia continúa en torno al sector de la cafetería y la restauración marroquí, que se encuentra a la espera de una reestructuración tras las recientes consultas entre sus representantes y funcionarios de los departamentos ministeriales. Esta reestructuración afecta a las obligaciones fiscales y al respeto de los derechos de los trabajadores, como el salario mínimo, la jornada laboral y la afiliación a la Caja Nacional de la Seguridad Social, informa Hespress.
Nourredine El Harrak, presidente de