Una guerra anunciada en Trujillo se ha desatado por la hegemonía del hampa. No es la primera vez que ocurre un derramamiento de sangre en esta ciudad, pero nunca se había perpetrado un ataque con dinamita, que no es poca cosa, sino a balazos. La pregunta es de dónde las bandas obtienen ese material explosivo, y la respuesta está en la minería informal, un sector que está copado por el crimen organizado.

La avenida Perú, lugar donde se ejecutó este plan macabro, inicia apenas a diez minutos caminando desde la plaza de armas de Trujillo, una de las ciudades más importantes del país, con un PBI superior al resto de regiones, a excepción de Lima. No estamos hablando de Pataz, provincia ubicada a 25 horas de distancia en auto. Es decir, nos referimos a una jurisdicción con recursos económicos.

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