Una startup chilena, una semillera trasandina y otra argentina han dado vida a una variedad de trigo para molienda editada genéticamente, que promete un aporte de fibra dietaria entre cinco y diez veces superior al de los cultivares convencionale s, sin detrimento de la calidad, el sabor ni la textura de la harina blanca, según explican sus obtentores.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile ha confirmado formalmente que este material editado mediante el empleo de la técnica biotecnológica CRISPR, no corresponde lo que se conoce como un Organismo Genéticamente Modificado (OGM), lo cual permite avanzar con el cultivo de campo, sin restricciones adicionales.
Esta innovación busca enfrentar el bajo consumo de fibra en países como Chile y Argentina , donde predominan productos d