Celebrar triunfos es valioso para la salud mental individual y colectiva. Acabar con la dictadura de Fujimori y Montesinos fue uno de esos momentos de unión y algarabía. Quienes tenían el control de los poderes fácticos del Perú parecían invencibles, hasta que una masa crítica ciudadana se levantó y los echó a patadas. Montesinos se fugó y, poco después, Fujimori también. Ambos terminaron enjuiciados y condenados en juicios impecables. No fueron los únicos, además.
Durante algunos años y sucesivos gobiernos democráticamente elegidos, parecía que habíamos accedido a una etapa de madurez nacional. Así como los golpes de Estado militares eran inconcebibles, también lo era esta nueva modalidad de copamiento de los poderes inventada sobre la marcha por la dupla mencionada. Si un visitante extr