No es la más cara ni la más remota, ni destaca tampoco por su tamaño, pero Red Rock Island lleva tiempo convertida en uno de los "caramelos" más peculiares del mercado del lujo estadounidense. El motivo: una suma de factores entre los que se cuentan su precio, sus características y sobre todo su ubicación, en plena bahía de San Francisco, donde destaca como la única isla privada. La suya es una ubicación privilegiada, pero quien esté dispuesto a gastarse los 25 millones de dólares que cuesta se encontrará con un ínsula de roca rojiza (de ahí su nombre) sin agua ni luz, poblada por pájaros y en una enrevesada situación administrativa.

Cosas del mercado del lujo más selecto.

En un lugar de la Costa Oeste… Más concretamente en la bahía de San Francisco, muy cerca del concurrido puente

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