La ola de calor que golpeó a España entre el 3 y el 18 de agosto dejó un saldo de 1.149 muertes atribuibles , según estimaciones del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Se trató de uno de los episodios más prolongados en las últimas cinco décadas y tuvo consecuencias directas en la salud y en el territorio.
El sistema de monitorización “MoMo” del ISCIII , que analiza la mortalidad diaria respecto a las tendencias históricas, calculó que el exceso de fallecimientos en esos 16 días está relacionado con las temperaturas extremas. Aunque el sistema no puede establecer una causalidad absoluta, las cifras constituyen la mejor aproximación disponible sobre el impacto del fenómeno climático. Incendios España
Desde el 3 de agosto, la temperatura en España no ha bajado de los 2