En apariencia, los modos en que estos animales y las personas desarrollan demencia es muy similar. Se abren las puertas para el diseño de nuevos tratamientos capaces de beneficiar a ambos grupos.

Aunque los conservacionistas buscan impedir los experimentos con animales y la bioética se esfuerza en ajustar los parámetros para que las pruebas con seres vivos se regulen en los laboratorios, lo cierto es que los roedores siguen constituyendo uno de los principales modelos. Al momento de probar comportamientos, drogas y tratamientos, los ratones constituyen un buen ejemplo que permite aventurar, con bastante fiabilidad, cómo podrían reaccionar los humanos en un ensayo posterior. Sin embargo, esta semana la novedad fue dada por científicos de la Universidad de Edimburgo (Escocia) que, a partir

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