"Siempre había tenido sahumerios y perfumes en casa y me movilizaban los aromas. Cuando volví de unas vacaciones, sentía la necesidad de hacer algo nuevo, y que me llene". Así fue como Priscila comenzó a hacer el curso de cómo hacer sus propios difusores y talleres de cómo combinar esencias, y arrancó con sus propios difusores.

"Este emprendimiento es un espacio creado con amor, que busca la armonización del hogar, la paz y la tranquilidad". Lo titulé con mi segundo nombre y así arranqué. No es mi ingreso exclusivamente, pero es mi cable a tierra. Acá es donde yo puedo distenderme y disfrutar" confiesa.

Priscila siempre se consideró una persona creativa y apasionada por los aromas y sahumerios. "Me encanta cómo los aromas pueden transformar un espacio y crear un ambiente relajante". Hoy

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