La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta cada vez más presente en la vida cotidiana, desde asistentes virtuales hasta aplicaciones de bienestar emocional. Sin embargo, expertos alertan sobre los riesgos de depender exclusivamente de estas tecnologías para la salud mental , especialmente entre los jóvenes, quienes tienden a buscar apoyo digital antes que acudir a un profesional .
Un reciente estudio del Center for Countering Digital Hate (CCDH) , con sede en Reino Unido y Estados Unidos, reveló que algunas herramientas de IA entregan consejos inadecuados o incluso peligrosos en contextos de crisis emocional. Esto evidencia que, si bien la IA puede ofrecer información útil, no reemplaza la atención profesional ni el vínculo humano, elementos fundamenta