La directora nacional de inteligencia de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, revocó a 37 funcionarios y exfuncionarios estadounidenses el acceso a ciertos documentos, según información  obtenida  por el NY Post. Un memorándum de la ODNI [siglas en inglés de Oficina del Director de Inteligencia Nacional] los acusó de politizar la inteligencia, no proteger la información clasificada o no seguir las normas establecidas en los oficios.

La lista incluye a varios funcionarios que participaron en la elaboración, en 2017, del controvertido Informe de la Comunidad de Inteligencia (ICA) sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016, en el que se afirmaba que Rusia prefería y buscaba impulsar a Donald Trump. Gabbard calificó la elaboración de ese informe como una "conspiración traicionera" para socavar la victoria electoral de Trump.

Entre los afectados se encuentran, por ejemplo, James Clapper, exdirector de Inteligencia Nacional del país durante la Administración Obama, así como otros antiguos altos cargos que trabajaron bajo sus órdenes. Eso incluiría a cuantos firmaron declaraciones en apoyo de la primera investigación de destitución contra Trump.  

Gabbard afirmó que una autorización de seguridad es un "privilegio, no un derecho", y que quienes rompieron su juramento violaron una "confianza sagrada". Ella y otros han desclasificado informes que critican la creación de la ICA por ser precipitada, atípica y potencialmente motivada por razones políticas.

  • El escándalo sobre el supuesto papel de Rusia en las elecciones estadounidenses de 2016, el llamado ' Russiagate ', volvió a la atención pública a mediados de julio pasado, cuando Gabbard  desclasificó  documentos que revelan "pruebas abrumadoras" de cómo el expresidente Barack Obama y su equipo de seguridad nacional impulsaron información falsa para inculpar a Rusia de interferencia en los comicios.
  • Según información desclasificada, Obama ordenó que no se revelaran archivos que demostraban que Moscú  no tuvo ningún vínculo  con la campaña electoral de Trump en 2016. Por el contrario, se impulsaron evaluaciones falsas para promover la narrativa de una injerencia rusa.
  • Desde Rusia  tacharon  ya entonces tales acusaciones de infundadas, al tiempo  que el presidente del país, Vladímir Putin, las  calificó  de  "histeria" .

Para saber cómo Obama orquestó el 'Russiagate' lea esta  nota