
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La agencia antidrogas de Estados Unidos anunció el lanzamiento de una importante “iniciativa binacional” con México para desmantelar a los “guardianes” de los cárteles que controlan los corredores de contrabando en la frontera común. Horas después, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum hizo un inusual pronunciamiento: desmintió a la DEA.
“No hay ningún acuerdo con la DEA, la DEA emite un comunicado no sabemos con base en qué, nosotros no hemos llegado a ningún acuerdo”, dijo visiblemente molesta al iniciar su conferencia matutina del martes.
No obstante, reconoció que la idea general anunciada por la agencia está incluida en un acuerdo global de seguridad pendiente de firma, por lo que sus reproches parecían dirigidos más a la forma que al fondo del asunto. "No sabemos por qué emitieron este comunicado en materia de seguridad”, agregó.
En los últimos días han proliferado las buenas palabras entre ambos países tras el envío a Estados Unidos de 26 presos vinculados con los cárteles mientras la administración de Donald Trump intensifica las acciones contra el crimen organizado y México se esfuerza en reiterar que toda acción en territorio mexicano — incluido el vuelo de drones estadounidenses — se hace en cooperación y bajo petición de su gobierno.
Por eso Sheinbaum pidió respeto a la agencia estadounidense para que los anuncios bilaterales se hagan por los canales pactados entre los dos países y recordó que el gobierno de México sólo firma acuerdos con el gobierno de Estados Unidos y no con departamentos específicos. “Somos iguales, aquí no hay injerencia de uno al otro”.
Según el comunicado de la DEA del lunes, la nueva iniciativa llamada “Proyecto Portero” tiene como objetivo desmantelar a los vigilantes de los cárteles que “dirigen el flujo de fentanilo, metanfetamina y cocaína hacia Estados Unidos, al tiempo que garantizan el movimiento de armas de fuego y grandes cantidades de dinero en efectivo hacia México”.
Para ello, se puso en marcha un programa de capacitación y colaboración de varias semanas de duración en uno de sus centros de inteligencia que reúne a investigadores mexicanos con agentes de la ley, fiscales, funcionarios de defensa y efectivos de inteligencia de Estados Unidos con el fin de identificar "objetivos comunes, desarrollarán estrategias coordinadas y fortalecerán el intercambio de inteligencia”.
Sheinbaum reconoció que sí hay policías mexicanos de la Secretaría de Seguridad federal capacitándose en un taller de Texas, pero indicó que solo eran cuatro agentes.
Sin embargo, dijo que hay "un acuerdo que lleva varios meses trabajándose... que ya está listo con el Departamento de Estado” en uno de cuyos puntos se habla de ”un grupo de investigación conjunta para ver cómo llegan los precursores de fentanilo a Estados Unidos y a México" y qué tiene que hacer el gobierno estadounidense para evitar el cruce de armas hacia el sur.
Sheinbaum comenzó a referirse a este acuerdo de seguridad tras las amenazas arancelarias de Trump de fines de julio y el acuerdo para detener la suba de gravámenes durante 90 días mientras se negociaba un compromiso bilateral más integral.
Ni la embajada estadounidense en México ni la DEA contestaron de manera inmediata a una solicitud de comentarios sobre el entredicho.
Según la DEA, el “Proyecto Portero” cuenta con la colaboración del grupo de trabajo del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense que incluye a fuerzas del orden y funcionarios de inteligencia, defensa y fiscalía de ese país.
Terrance Cole, el administrador de la agencia y recién nombrado comisionado del despliegue de emergencia policial de Washington, dijo que esta iniciativa muestra "cómo lucharemos: planificando y operando codo con codo con nuestros socios mexicanos y aportando toda la fuerza del gobierno de Estados Unidos”.